En el crepúsculo de mi vida que termina,
ya no siento la ansiedad ni el deterioro,
solo siento de mi vida que se acaba
soledad, sosiego… luego nada.
Tengo una paz infinita,
no aprecio lo irremediable,
solo quiero, llegar con paz suprema
que, por mí no sienta nadie
envidia curiosidad o pena.
Pienso que mi vida ha sido
una obligación constante
de querer y no poder,
en una lucha anhelante,
sin sentir ningún placer.
Ahora, cuando me acuerdo
de mis etapas primeras,
solo recuerdo a mis hijos
con esa emoción postrera
sabiendo que los perdí
en alguna primavera
que se negó para mí.
Mas tampoco siento pena
todo fue muy natural,
porque la vida es así
y así hemos de vivirla
hasta que toque morir
Lola Costarrosa
Precioso Lola!! Me ha gustado mucho, es muy emotivo…
Eres una artista, Lola, que bien lo transmites
Lola, ¡Genial como siempre!
De que forma tan natural has espresado tus recuerdos.Felicidades Lola