ENTREGA DE PREMIOS DEL II CERTAMEN LITERARIO «LA AVENTURA DE ESCRIBIR» CPA DE LINARES

Cartas a la Democracia

 

Mi querida amiga Democracia:

Te escribo esta carta para contarte cómo me siento.

Cuando te conocí fui la mujer más feliz del mundo. Yo había oído hablar de ti. Sabía que estabas en otros países y me contaban maravillas sobre tu poder y por ese motivo, quería conocerte y anhelaba tu llegada.

Cuando llegaste a este país tuviste muy buena acogida, porque estábamos saliendo de una época triste y oscura y tú viniste a darnos luz. Por eso mi querida democracia te escribo, porque me parece que nos estas olvidando un poco.

¡Recuerdo esos días con tanto cariño, qué fuiste mi mejor amiga! Sabía que estabas ahí siempre para solucionarme mis problemas y solo con nombrarte se me abría un mundo de posibilidades.

Con tu ayuda mis hijos pudieron estudiar que eso era mi ilusión, porque yo no pude hacerlo. En mi época las mujeres teníamos muy pocas posibilidades de hacerlo cuando tu padre era un simple obrero. Pero cuando llegaste tú, todo cambió y los hijos de los obreros pudieron  elegir y estudiar lo que querían.

Mi querida democracia, ahora parece que tu luz ya no brilla tanto, los tiempos están cambiando otra vez y yo siento miedo. Miedo a que vuelva el tiempo oscuro y te vayan apagando poco a poco. Yo sé que tú tienes mucho poder y que seguirás luchando para hacer el bien por tu país y por sus gentes, pero me da un poco de miedo, por si te manipulan y hacen que te olvides de todos nosotros, todas las personas que somos tus amigos, todos los que confiamos en ti y depositamos nuestras ilusiones en tu fuerza y poder.

Mi querida amiga democracia. No te olvides de tu país, de todos los que están sufriendo por tantas injusticias. Las mujeres maltratadas y también los hombres, que aunque no se hable mucho de eso, también los hay.

De las personas mayores y de su soledad ¿sería tan bonito que hubiera espacios para todos ellos con personas cualificadas cuidándolos?

Para la infancia. Protección para todos los niños y que no pasen hambre en sus casas. Qué todas las familias tengan un salario decente para que puedan vivir. Que no haya desahucios y que no tengan que dormir nadie en la calle. Qué haya trabajo para todo el mundo, para que las personas se sientan dignas y vivir sin la caridad de los demás.

También te pediría respeto. Respeto por todo y por todos. Todos los hombres somos iguales, no importa la inclinación sexual, ni el color de la piel, ni el estatus social, ni la religión que profese cada uno, no importa nada de eso, lo importante es vivir en paz y libertad, como tú me enseñaste y por eso te quiero tanto.

Pienso que al ser amigas desde hace tanto tiempo, me da un poco de derecho hablarte así como lo estoy haciendo. No quiero que te enfades, solo quiero que abras los ojos y mires a tu alrededor, que salgas por mi ciudad a dar un paseo y te fijes en lo triste que está.

Mi ciudad es mi vida y se me parte el alma cuando paseo por ella. No hay ilusión. No hay jóvenes, todos se van porque no hay trabajo y mi ciudad se va envejeciendo poco a poco y cada vez nos sentimos más tristes y desamparados y toda la tristeza y desesperanza que sentía en mi juventud cuando no te conocía, la vuelvo a sentir otra vez en mi vejez. Pero ahora sé que estás ahí, pienso que no te vas a dejar vencer tan fácilmente o eso creo. Tienes que luchar con todas tus fuerzas para conseguirlo y quiero que sepas, que tienes muchos amigos y lucharemos a tu lado.

Mi querida democracia, te voy a contar un secreto. Antes de que tú llegaras, las mujeres no éramos nada, no teníamos derechos y con tu ayuda los fuimos consiguiendo. Pero ahora, esos derechos se pueden perder, con todo el trabajo que nos ha costado conseguirlos y por eso te escribo, para que tú con tu poder y con tu libertad no lo consientas y hagas que todas esas personas que quieren que esos derechos se esfumen, tropiecen con una barrera fuerte y los repelen hacia atrás.

Después de escribirte esta carta, me quedo más tranquila. Creo que tú me vas a escuchar y vas a comprender la situación por la que vivimos un montón de personas que todavía confiamos en ti. Personas que vivimos una dictadura y solo con nombrar esa palabra nos entra pánico. Por eso te ruego, que hagas lo imposible por aguantar contra viento y marea, que los que gobiernan el país no te manipulen, ni cambien tus leyes. Puede ser que con buenas palabras intenten engañarte, pero tú no te dejes, tienes que ser lista y honesta como siempre has sido, por eso confío en ti y por eso te escribo, porque tú eres mi esperanza y la de todos los españoles.

Me gustaría ser tu amiga durante mucho tiempo y que no tengas que cambiar, porque a mí me gusta tal y como has sido hasta ahora.

Con libertad, con justicia, con inteligencia, ayudando a los más necesitados, escuchando y haciéndonos sentir personas sin humillaciones, porque nos haces sentir igual, no como los recuerdos que tengo yo de mi infancia.

Te mando un fuerte abrazo y quiero que sepas, que siempre te llevaré en mi corazón. Tú amiga, Petunia…

María López Moreno