En una recóndita aldea en los confines de Sudáfrica, nació Sahira. Se crió con su abuela, una negra recia y sabia.

Al llegar a la adolescencia, ya era una persona adulta. Cada día recorría la aldea. Trabajaba para todos en cualquier cosa. Todos la amaban; sobre todo los niños, a los que dormía con bellas nanas.

Por las noches alrededor de la hoguera contaba historias de sus antepasados, y si un cometa cruzaba el cielo, inventaba una leyenda sobre  la gente que viajaba en su cola.

Un día llegó un extraño viajero, cargado de libros y de humanidad; y quedó maravillado, que  aquella niña, creadora de hermosas historias, de dulce acento y tierna mirada, no supiera leer.

El ilustrado Viajero había llegado a su punto de destino: su meta fue alfabetizar a Sahira y prepararla para algo más grande.

Su mecenas le ofreció ir a la Universidad; pero ella solo quiso ser maestra.

Un día le dijo al Viajero, <Aquí en la aldea hay mucho que hacer; nos hace falta un pequeño hospital y una escuela: y cuando yo sea maestra, trataré de conseguirlo>

Cuando volvió con su título de maestra, el Viajero seguía allí.

Durante el tiempo que duró su carrera, escribió varios libros de cuentos creados por su mente diáfana e intrépida, que tuvieron un gran éxito: se estaba consagrando como una gran escritora.

Todo lo que ganaba lo invertía en su Aldea y en la escuela. El Viajero quiso ayudarla. Lo miró agradecida y le dijo. <Tú me diste herramientas y me enseñaste a utilizarlas, soy tu propio reflejo: ahora me toca a mí>

Pasaron muchos años, sembró de escuelas todas las Aldeas circundantes, construyó un Hospital; tuvo que pedir créditos; a las mujeres en África se le conceden basándose en su talento y en su honradez.

Nunca dejo la enseñanza: era su vida.

Su último libro, el más apreciado, fue un libro de poemas: los más bellos que se han escrito en lengua africana. Enamoraban sus versos llenos de música y misterio. ¡¡Qué belleza!!

El Viajero murió sin ver el último éxito de Sahira: El premio NOBEL de Literatura.

En su tumba, una sencilla leyenda.

AL ILUSTRE VIAJERO QUE NOS ELEVÓ A LAS ESTRELLAS

Y DEJÓ NUESTROS CORAZONES REPLETOS DE AMOR.

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Significado de Sahira…poesía

 

María Luisa Heredia Castillejo