-Carta al Otoño-

Mi querido Otoño: para mí eres la estación de máxima sabiduría. Te ha tocado conocer lo más importante de la vida: ver nacer y morir, por eso tienes tanta sabiduría.

Tú, estás preparado para ver cómo caen las hojas, esas que estuvieron en sus ramas verdes y frondosas, ahora están arrugadas, secas y abatidas, las ves cómo se bambolean hasta que caen rendidas; el viento las va moviendo de los alcornoques a las encinas, dando vueltas y vueltas hasta dejarlas en un estado mínimo  y vencidas.

Cuando la lluvia cae se unen unas con otras en su última despedida, quieren irse todas juntas. Antes  las vistes radiantes, ahora están hundidas entre la tierra y el agua  hasta quedarse fundidas. ¡ Es el ciclo de la vida!.

Transcurren los días y nacen setas, níscalos y hongos buscando entre las hojas un hueco de salida y con serenidad y calma, otra vez nace la vida…

Y me despido de ti, Otoño, con cariño y admiración por ser mi estación preferida.

Manoli Olivares