LA LUNA EMBAJADORA DE LA TIERRA VISITA EL PLANETA DE LA PAZ

La luna se ha engalanado con sus mejores galas para asistir a una recepción en la embajada del planeta de la paz.  Ha sido invitada por la embajada de este planeta.

Luce sus mejores galas, donde el aire el mar y la tierra son sus vestiduras. La capa tan delicada como el agua azul del océano, sus vestiduras turquesas como las piedras hermosas que se obtienen de las entrañas de la tierra.

Su cabello adornado con las flores más preciosas que la tierra nos ofrece. El embajador y todos los asistentes han quedado admirados de tanta belleza.

La luna conversa amigablemente con el embajador, anfitrión de este evento. Ha expuesto que todas estas maravillas con las que ella va engalanada forman parte de la tierra, planeta del que ella viene en  representación.

Ha expuesto al señor embajador todo aquello que en la tierra poseemos.

Grandes extensiones de tierra, inmensos océanos y mares

Diversidad de especies animales, bellas flores cuyos colores, no podría imitar ni el más brillante pintor.

Pero todo esto se ve empañado por la falta de solidaridad entre los seres humanos, la carencia de amor que trae consigo la explotación de seres humanos y la desigualdad entre los diferentes continentes. Existiendo una masa oprimida, que se lamenta de todo aquello que carece, mientras que unas minorías industriales y de poderosos se haya con toda la explotación de la tierra. Esto trae consigo luchas, hambruna y un gran desequilibrio.

Pido por eso que esa armonía y esa paz que ese planeta posee sean servidas a la humanidad del planeta tierra. Que le asesoren para obtener esa ansiada paz de los que ellos adolecen.

A cambio ellos colaborarían dándoles agua de esos mares tan infinitos,  tierra para explotar, ya que da grandes frutos y variados. Flores para engalanar sus ciudades, Diversidad de animales para poblar su planeta. Por todo ello nuestra embajadora pide asesoramiento para llegar a obtener esa deseada paz.

El embajador respetuoso la ha escuchado y ha satisfecho su petición. El intercambio se llevaría a efecto.

La tierra poseería la paz, donde la convivencia sería un hecho y la armonía brillaría en la Madre Tierra.

Araceli Gómez López