Cuentan que un remoto lugar del lejano Oriente, en una cueva de formaciones geológicas milenarias, se guarecía un hermoso pájaro.
Los más viejos del lugar narran una bella historia donde aquel pájaro cada centenario de la construcción del puente, alzaba el vuelo y se dirigía hacia el mismo.
Los antepasados habían construido este puente con mano de obra esclava procedente del continente africano.
Narran que aquel pájaro era un esclavo cuya alma había quedado vagando en aquel lugar y que cada cumpleaños se unía a los jóvenes que allí se desplazaban para realizar danzas tribales, rememorando los bailes de aquellos esclavos. Evocaban también bellas historias bajo la luz de aquella Luna, testigo en otros tiempos de los acontecimientos que allí acaecieron.
Cuentan voces antiguas, que aquel pájaro sufría una metamorfosis en la que se transformaba en humano y acompañaba a aquellos jóvenes en sus danzas tribales, para luego sentados bajo la luz de la luna , narrarles cómo fue la llegada de sus antepasados a aquel lugar.
La historia de nuestras ciudades, de nuestros pequeños pueblos, está plagada de acontecimientos, de leyendas y de hechos que conforman la sabiduría de un pueblo.
Son estas leyendas las que transmitidas de generación tras generación hacen volar nuestra imaginación.
Araceli Gómez López
Querida Araceli, Ha sido un placer leer tu relato.
Una historia llena de fantasía, que con buena pluma llevas a la realidad de un pueblo marcado por el sufrimiento.
¡Enhorabuena compañera!
Un relato fantástico que nos traslada a tiempos lejanos, muy bonito. Enhora buena por hacernos partícipes de tu imaginación.