Me quedé admirada contemplando las flores.
¿Pudiera ser cierto que de las tristezas brotaran flores tan hermosas que nadie diría de dónde provienen?
La armonía suave que se desprende de la tristeza,
esa ilusión que se cobija en ella, hace que se vuelva
una nebulosa azul y se desea fervientemente que otra vez cambie la suerte para poder al fin ser felices.
Y es tanto el deseo y la conformidad, que el espíritu lo cree firmemente y proyecta ese cambio tan inesperado que, un terreno baldío se torne próspero y abundante.
Miré a mis vecinas desarmada, yo no tenía nada que decirles, así que sonreí, las abracé y les dije: Yo solo intenté olvidar las penas y los temores, y las cambié por la alegría de vivir!
Si alguien tiene que decir algo sobre la alegría de vivir y la vida en si, esa eres tu querida compañera. Tu sabiduría y admirado lenguaje, llenan el texto.
¡Enhorabuena, querida Lola!
Ole! Lola. Un relato con mucho sentimiento y muy profundo. Enhora buena.