Mi nombre es mariposa del Arcoíris. Soy majestuosa, con alas grandes terminadas en pequeñas ondas, que parece una blonda de encaje, tejidas por manos primorosas; de color amarillo y negro, mi cuerpo es esbelto con antenas largas y cimbreantes, mis ojos son verdes y rojos.
Soy divertida y alegre, mi vida es muy placentera, paso las noches en un arbusto llamado Dama de noche, entre sus hojas me siento protegida y con su dulce aroma, hace que tenga sueños maravillosos.
Por la mañana al despertar, visito a mis amigas las rosas que con su hermosura y perfume me eclipsan, me dan los buenos días y me ofrecen las gotas de roció de sus pétalos para que me asee.
Sigo mi vuelo visitando a las flores y plantas y conversando con otras mariposas e incestos también visito a mis amigas las chicharras, suelo hacerlo temprano porque cuando el Sol está encima de los árboles se vuelven locas cantando y mis antenas tiemblan de terror.
Mis alas surcan los cielos con graciosas piruetas, descanso aquí y allá bebo agua de los ríos, me alimento de la rica miel que me ofrecen mis amigas las abejas , pero también me gusta volar por los pueblos, visito los balcones llenos de plantas y oigo cantar a algún canario encerrado en la jaula, eso no me gusta y me poso en ella para darle compañía, también me gusta posarme en las ramas de un árbol que se encuentra junto a un colegio, donde los gritos y risas de los niños me atrapan.
Un día revoloteando me posé en la rama de un arbusto y me encontré con una avispa la saludé, ella me miró y me dijo: ” eres preciosa, nunca he visto una mariposa como tú, tenemos los mismos colores pero mis alas son transparentes”.
Asombrada la miré y vi que tenía un ala rota las patas torcidas y un ojo hinchado, le pregunté ¿qué te ha pasado amiga para estar en este estado tan lamentable?
¡Ay! Mi querida amiga, estaba volando tranquilamente y de pronto me vino un olor a gambas, comencé a buscarlas y vi una mano muy grande que la transportaba, fui hacia ella y clavé mi aguijón, pero en vez de la gamba pique el dedo y para mi desgracia, una mano inmensa se estrelló contra mí, cuando desperté estaba hasta sin dientes.
Otro día me posé en la orilla de un rio a mitigar mi sed, sentí unos sollozos, busqué con mis antenas y descubrí a un caracol junto a un charco de lágrimas, ¿por qué lloras amigo? Soy muy desgraciado tengo que encontrarme con mi madre, que estaba en una lechuga y se la llevaron y un gorrión me ha dicho que está en el mercado y como soy tan lento paso mucho tiempo solo y me aburro-
“No te preocupes amigo, me llamo Arcoíris y te acompañaré, charlaremos y así no te sentirás solo”.
Empezamos el camino, yo revoloteaba a su alrededor, le describía el paisaje tan maravilloso desde la altura. Pero era tan lento que pensé ¡Yo tengo una vida muy corta, si le acompaño moriré en el camino! Miré al infinito y vi un bello Arcoíris y con lágrimas en los ojos, blandí mis alas hacia él.
¡Felicidades Luisa! Tu historia es tan esplendida y bella, que siguiendo a tu mariposa, podemos ver toda la belleza, gracia y agradecimiento, que hay en la naturaleza que nos envuelve, y que tu has trasmitido magistralmente.
Un abrazo compañera.
Felicidades luisa. Con tu relato nos has llevado a contemplar la naturaleza de forma bella, escrito de forma cercana y a la vez directa. Espléndido relato. Felicidades Luisa
Buenos días, Luisa. Interesante recorrido el de tu mariposa. ¡Enhorabuena!