Melancolía es lo que siento, mirando la fuente escondida entre las peñas.
El agua surge suavemente, regalando sin cesar ése oro liquido que parecen sus gotas saltando de alegría, componiendo a su paso una música ideal mientras vuelan por el abismo peleando con los obstáculos entre briznas de hierva y picachos de rocas.
Buscan la libertad entre lamentos, guiños y alegría hasta caer en el lago, con ése rumor indescriptible de música feliz, de rumores felices.
Buscan con ansia a una madre feliz que los abraza con amor infinito dándole el sosiego que tanto ansiaban.
Todo eso he oído sentado en el peñasco mientras las aguas, saltan hacia las aguas profundas que tan felices las hace, con ésa inmovilidad de la felicidad que suspira, saludando al suave viento de la tarde, dando misterio a la soledad que regala embriagando el espíritu.
El agua cae lenta, mi corazón se agita,
la soledad, se retira, respira.
Es lo que siente mi
corazón cansado.
Tanta paz siente mi alma,
al ver ése ritmo sosegado,
que agradecidas,
mis penas agrandadas por el tiempo,
se separan de mí con gran cautela.
Sosiego, paz, ritmo, amor…
¡Asombro infinito!
Es lo que siente mi alma,
alegre y agradecida.
Querida Lola. Hay que celebrar continuamente tu palabra escrita, y llevada al relato o a la poesía, con esa sensibilidad y tesoro artístico, con que te derramas en tus letras. ¡Felicidades, y un abrazo mágico!
Lola trasmites tus sentimientos y emociones de forma sosegada, versos que llegan directos al corazón. Felicidades Lola, alegre y agradecida de leer tus poemas y escritos