Era un entorno idílico donde los sentidos se deleitaban de tanta belleza.

Esta villa, era el descanso de todo aquel que buscaba paz y serenidad para mayor goce de su alma.

Rodeada de montañas, de un mar de ensueño y de una luz acariciadora, villa secreta se hallaba en un valle.

Había sido este valle en tiempos pasados, habitado por una raza de indígenas cuya finalidad eran los sacrificios a su dios el sol. Estos sacrificios eran realizados con animales, pero según cuentan las leyendas aquí también se practicaron sacrificios humanos entorno a una hoguera para satisfacer a sus dioses.

En los alrededores de esta villa y a lo largo de sus jardines, en las noches estivales se escuchan murmullos y sonidos que estremecen el alma.

Todo aquel que visita Villa Secreta, queda invadido por la magia  de los jardines, por su aroma, por la brisa de sus atardeceres y por el canto de las tribus que en otras épocas ya lejanas hicieron de aquel lugar su residencia.

Aquellos jardines impregnados de la magia de los rituales y del murmullo de aquellos pueblos, dejan al visitante envuelto en un halo de misterio.

Villa Secreta, una villa para deleitar los sentidos y estremecer el alma….

Araceli Gómez López.