Tan lleno está tu cuerpo de belleza
que amor llevo por lanza y por escudo,
pero al mirarte más cerca, yo dudo
que pudieras amarme con certeza.
Y busco tu amistad con tal presteza,
que solo para amarte yo he nacido
no consiento en sentirme despreciado
tan amarga sería mi tristeza
Y por fin, este amor recién nacido
tratará de vencer tu resistencia,
tú, mujer, me amarás y no habrá olvido.
Concédeme una noche, te lo ruego,
y apágame esta llama que me abrasa
sin poder desprenderme de este fuego.
Lola Costarrosa