Carta a un amigo

Te escribo esta carta para que sepas lo importante que has sido para mí.

Cuando te conocí por primera vez, yo estaba en la primavera de mi vida y me hiciste sentir unas sensaciones maravillosas al escuchar tu historia. Ya no pude prescindir de verte a diario y acariciarte con mis manos, y así poder escuchar todo lo que me tenías que decir. A través de ti  he ido conociendo la vida. Historias contadas con el corazón, y el sentimiento.

Me has enseñado el amor, el sufrimiento, el terror, la nostalgia, las guerras,  el suspense, la orfandad,  y también la ciencia ficción, y en cada una de esas historias me he trasladado a todos esos lugares fantásticos que me describías, y enseñabas. Países lejanos y sitios maravillosos que en algunas ocasiones me parecía estar en ellos.

Unas veces me has hecho llorar. Otras  me has hecho reír.  Pero siempre he sentido tu presencia como algo muy cercano a mí y muy mío, porque por muy triste que estuviera en ese momento, siempre estabas tú para consolarme y confortarme en todas las adversidades de la vida cotidiana.

Me siento muy halagada de ser tu amiga.

Aunque tengo que pedirte disculpas por haber estado separada de ti durante un tiempo, fue en unos años muy ajetreados, que no tenía tiempo para nada. Pero ahora es otra cosa.

La vida pasa y me hago mayor. Y el transcurrir de los años te hace ser más sosegada, y miras las cosas de otra manera. Por eso ahora, he retomado nuestra amistad con más fuerza que antes, y espero que perdure hasta el final de mi existencia.

En este momento me estás trasladando al Valladolid del siglo XVI. Me retratas la ciudad de una forma tan estupenda, que parece que yo estuviera viviendo, en esos años.

Me cuentas una historia preciosa. Una historia que muy bien podría estar pasando en pleno siglo XXI. La injusticia siempre estará latente en todos los tiempos, porque las personas poderosas no quieren atender a razones y cierran los ojos ante ella.

El protagonista de tu historia es un niño, el cual su propio padre le echó la culpa de la muerte de su madre y lo trataba de parricida. Pero a pesar de todo el miedo, la soledad y la sensación de abandono que sentía de niño, se hizo  hombre con unos valores intachables, no pudiendo soportar la injusticia social del momento.

Si hago comparación de lo que me cuentas con lo que pasa en este momento en nuestro país, es porque, aunque no sea lo mismo, sí que es algo similar, pero con distintos matices. Ahora no existe la Inquisición como tal, puesto que hay libertad de culto, y no pueden quemar a las personas en la hoguera. Pero si existe la injusticia. Personas que son desahuciadas de sus casas por no poder pagar. Millones de parados, y sin esperanza de encontrar un empleo. Y lo más triste de todo son los niños.  Niños que pasan hambre, niños que están pagando sin tener culpa toda la avaricia y la corrupción de los poderosos, de todas esas personas que gobiernan un país sin darse cuenta del daño que están causando.

Pero yo confío en ti.  Sé, que a través del tiempo contaras toda la historia a futuras generaciones, a todos esos niños que ahora viven todo lo que pasa sin comprender, tú sabrás hacerlo contándoles la historia como haces conmigo.

Solo espero que no tengas que pasar por la injusticia tú también, y te obliguen a quedarte mudo como en otros siglos pasados. La mayoría de vosotros fuisteis perseguidos y quemados hasta el punto de querer acabar con todos, ahí se pone en manifiesto la incultura y el miedo de los poderosos. Pero yo en este momento, disfruto de tu compañía siempre que me haces falta, y espero seguir con tu amistad durante muchos años más.

Al tocarte con mis dedos y acariciar tus paginas solo con eso ya me siento bien.

Gracias por todo querido amigo.

Tuve mucha suerte al conocerte

aquella tarde de verano.

Y desde entonces te tengo

en mi casa venerado.

Tu sitio es preferente,

junto con todas mis cosas,

y todos los días te tomo

como si fueras una rosa.

Que desprende sus aromas

y me contagia con ellos,

y me hace comprender

todo lo que yo no puedo.

Por eso querido amigo

te dedico este requiebro,

es un pequeño homenaje,

por todo lo que te debo.

 

María López Moreno.

 

 

 

2 comentarios sobre “Carta a un amigo

  1. Cuanto amor y cuanta admiración en este texto. Con tu entrega has dado vida al libro, lo has personalizado.
    Hasta ahora no había leído nada tan hermoso y tan descriptivo, del paso del libro por la historia.
    Gracias por haber revivido en mi, tantos sentimientos hacia nuestro querido amigo EL LIBRO.
    Las musas están contigo. ¡¡Felicidades María!!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *