Corre un viento huracanado.
Se balancea una balsa
al bramido de las olas,
al clamor de corazones encogidos,
temerosos, ante el peligro que les acecha.
¿Qué será de ellos?
Atrás dejaron su tierra, familia, raíces…
¿Dónde el paraíso? Ilusiones quebradas,
flageladas por el dolor, la indiferencia
y las crueles fronteras engreídas
de su propia riqueza.
¿Cuándo despertarán los pueblos
de su ingratitud
y acogerán la Cruz de la agonía
de los desamparados?
Araceli Gómez López
Muy bonito Araceli, te superas día a día…
Precioso Araceli, me ha gustado mucho.
Un gran poema hecho a corazón abierto. La sensibilidad y el amor, reinan en sus palabras.
¡¡Felicidades Araceli!!