-Carta al Otoño- Querido otoño, como cada año te doy la bienvenida, y mantengo la esperanza de hacerlo durante muchos tiempo. Cuando al atardecer los rayos del sol, caen áureos sobre la tierra: sé, que[…]
La paz madura de tu dulce aliento…
-Carta al Otoño- Querido Otoño: Has llegado como siempre, sabio, dulce apetecible… tú amigo mío, eres la mejor de las estaciones, cortas las calores, las cambias por un tiempo apetecible y sosegado, nos sentimos bien[…]
El ciclo de la vida…
-Carta al Otoño- Mi querido Otoño: para mí eres la estación de máxima sabiduría. Te ha tocado conocer lo más importante de la vida: ver nacer y morir, por eso tienes tanta sabiduría. Tú, estás[…]
Arcoíris de esperanza…
-Carta al Otoño- Querido amigo otoño, alegras mi alma con tu llegada serena y silenciosa, para dejar atrás el tórrido verano, entras tú para dar sosiego a árboles y plantas y te dan la bienvenida[…]
El débil sol del atardecer…
-Carta al Otoño- Querido otoño: Te escribo esta carta porque te echo de menos. Los últimos días de verano la tierra gime de sed, bajo este sol tórrido. A la vera del camino una lila,[…]
Tú, que dejas caer las hojas marchitas…
-Carta al Otoño- Querido Otoño: Hoy paseando por las calles empedradas de mi ciudad, he percibido la calidez de tu llegada. Contemplo ensimismada en un mundo de fantasía, el manto marrón y ocre que se[…]
La partícula de Dios…
Con los ojos cerrados contemplo el universo. Escucho la música del movimiento astral. En mi cuerpo de átomos, estallan miles de sonrisas y vibra la edad de su creación. Enjambres de constelaciones iluminan el[…]
La tarea de vivir…
Vestiré el campo de un manto verde, con amapolas rojas, con pájaros y duendes. Lo llenaré de nardos, lirios, violetas, narcisos y fuentes. Pintaré un estanque dorado, con cisnes, flamencos, patos y peces. Lo[…]
Una estrella solitaria…
Siempre que tengo ocasión de ver el cielo en las noches, esas noches de playa o ese lugar donde no hay tantas farolas que te quitan la nitidez de la noche, me quedo mirando fijamente[…]
Trazos de vida…
Vuela el pájaro, reposa en la rama, vuela de nuevo y trazo con mis dedos el movimiento de sus alas. Me asombra la precisión con la que ejecuta cada uno de los gestos, que marcan[…]